El algoritmo y Dios. Profecía nº 3
O como lidiar con el algoritmo que todo lo puede. Sentado, a punto de tomar un sorbo de café en una terraza en el barrio de San Antonio, recibí otra epifanía. El temblor hizo que casi volcara la taza. Por suerte, nada ni nadie salió lastimado. Las profecías me atrapan en cualquier contexto y generalmente se desarrollan casi como un trance epiléptico. Se sufre cuando se es profeta. En la revelación vi un mundo en el que los robots hacían todo y ya casi no quedaban trabajos “normales”, y cada uno de nosotros recibía lo que llamaban “asignación universal”, un…